23/01/2020
Por Aitor Fernández-Novo1,2, Sergio Santos López1,3
1. Bovitecnia, consultoría veterinaria.
2. Dpto. Producción y Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria. Universidad CEU Cardenal Herrera Valencia.
3. Departamento de producción animal, Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Del adecuado manejo alimenticio que se realice en la granja dependen gran cantidad de factores: calidad de la leche, estatus de condición corporal de las vacas, gestión del balance energético en postparto, estado inmunitario global, etc. Por ello, la toma de decisiones en el ámbito nutricional siempre se debe realizar bajo la mano de un nutrólogo especialista, que debe ir de la mano del veterinario de explotación, para que ambos planteen los objetivos que se buscan en la ganadería y así se elabore una ración acorde.
Sin embargo, la elaboración de la ración, muchas veces, no representa el mayor problema. Lo que es realmente costoso es adecuar esa ración a la situación actual del mercado, así como ir acondicionándola según perspectivas o fluctuaciones de mercado. Si bien en la elaboración podemos partir de diversas materias primas, cada una con sus puntos fuertes y débiles, como hemos dicho anteriormente, este es el coste más elevado en una granja, por lo tanto, también debemos realizar un estudio económico de las materias primas que queremos emplear para abordar el precio final de la ración.
Frecuentemente este estudio se realiza de manera anual con el ganadero, de tal forma que se planifica según precios y perspectivas, también según cultivos de la finca, capacidad de almacenamiento, capacidad de compra, etc. Así, se establece cómo será la ración en las diferentes épocas del año para, de este modo, cumplir los objetivos propuestos.