22/10/2020
La organización insiste en que las ayudas de la PAC deben enfocarse hacia los agricultores y ganaderos profesionales.
Unión de Uniones recuerda que el acuerdo no es definitivo y deberá ir a negociación con la posición del Parlamento Europeo y con la de la Comisión. No obstante, la orientación del Consejo, sobre la base de los documentos de compromiso de la Presidencia alemana, permitiría a los gobiernos nacionales un amplio margen de maniobra para decidir sobre su PAC.
En este sentido, el Consejo propone modificar el apartado relativo a la definición de agricultor genuino y donde anteriormente la Comisión pedía que quedase garantizado “que no se concedan ayudas a la renta a aquellos cuya actividad agraria constituye solo una parte insignificante de la totalidad de sus actividades económicas, o cuya principal actividad económica no sea agraria”, propone eliminar este apartado y que los Estados definan al agricultor genuino “conforme a criterios objetivos y no discriminatorios” si ellos lo consideran oportuno.
Asimismo, Unión de Uniones lamenta que instrumentos de redistribución de ayudas como el tope máximo a percibir por beneficiario de 100.000 euros, solo de la ayuda básica, o la degresividad de los pagos a los mayores perceptores, a partir de 65.000, han quedado de aplicación voluntaria para los países y, además, con la posibilidad de aplicar reducciones mínimas. “Solo con estas dos se pone en cuestión la resolución de una de las mayores deficiencias históricas de la PAC, que es el injusto y desequilibrado reparto de las ayudas”.
Desde la organización se pide al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación medidas para garantizar que las ayudas sean para los profesionales del sector, y que se fije una proporción significativa de vinculación de los ingresos a la agricultura de al menos el 25%, tal y como ha venido insistiendo la organización, para que quede reflejado en el Plan Estratégico Español.
La organización queda pendiente de hacer una valoración más pormenorizada del resto de cuestiones, entre las que da gran importancia a las relacionadas con la Organización Común de Mercado y los instrumentos de corrección de los desequilibrios. “Tal y como están los mercados, sería fundamental contar con herramientas eficaces para diagnosticar y reaccionar a las crisis”, inciden.
Como elemento positivo, si se confirma, Unión de Uniones señala la prórroga hasta 2040 del mecanismo de autorizaciones de plantaciones de viñedo, cuya expiración estaba prevista para 2030, “aunque nos gustaba más el sistema de derechos cuando estaba en manos del viticultor que éste, no podemos abocarnos a una liberalización total del viñedo”.