07/09/2016
César Marcos
Hace cinco años las diferentes líneas de seguros agrícolas se agruparon y se transformaron en seguros con coberturas crecientes. La consecuencia es un proceso de contratación más claro y versátil a ojos del asegurado y el mediador. Esta estela acaba de alcanzarse también para los seguros ganaderos, que se transforman y cambian de estructura, de manera que a partir de junio los asegurados pueden acordar una garantía básica y complementarla con otras adicionales. La antesala del verano marca el punto de partida para que cada explotación ganadera diseñe su cobertura en función a sus necesidades y a un coste asumible, según ENESA. Las organizaciones agrarias reivindican más que nunca su papel de asesor ante un abanico más complejo de posibilidades en la gestión del riesgo.
La nueva plataforma de contratación ya esta aquí y, con ella, cambios en la estructura de las líneas de seguros y el reagrupamiento de algunas de ellas. El Director de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) explica el esquema básico: Se trata de un paquete de garantías básicas, conformado por aquellos riesgos que ponen en peligro la viabilidad de la explotación ganadera.
A partir de la garantía básica, el asegurado podrá elegir libremente aquellas garantías que mejor se adapten a las características de su explotación y a su riesgo. En este paquete opcional se ha incluido aquellas garantías que no son prioritarias para el mantenimiento de su actividad”, describe José María García de Francisco.
Lo que persigue la Administración es que el ganadero tenga acceso a asegurar su explotación frente a todos aquellos riesgos que podrían poner en peligro el mantenimiento de su actividad, pero a un coste asumible. Adicionalmente, podrá asegurar todos aquellos riesgos que, por las características particulares de su explotación, considere que puede padecer.
A medida de la realidad productiva
Frente a múltiples fenómenos adversos y catástrofes naturales que pueden suceder, ENESA está convencida de que este cambio supone un gran avance al facilitar el acceso a la protección de las explotaciones ganaderas. Al garantizar su actividad en caso de producirse siniestros,”estos seguros se configuran como una herramienta clave para la gestión del riesgo al que están expuestos los productores”, a juicio de UPA. “La flexibilidad en la elección de garantías adicionales va a mejorar las condiciones del aseguramiento, adaptándolo a la realidad productiva, puesto que quien mejor que el propio ganadero para determinar que riesgos son los que afectan a su explotación”, confirma José María García de Francisco. La valoración de las organizaciones agrarias es positiva en términos generales, ya que el sector ganadero puede elegir libremente las coberturas que considere imprescindibles para su explotación.