Combatir la resistencia a los microbianos es una de las prioridades que marcan las políticas de salud en la Unión Europea desde hace unos años. Un reto que España ha asumido plenamente, como se demostró con la puesta en marcha del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos 2014-2018 y que ya ha dejado resultados tangibles. Se estima que entre 2014 y 2016 se redujo en un 14% el consumo de antibióticos veterinarios en nuestro país. Pero para poder adoptar medidas eficaces en este campo se necesita tener una información precisa de cuántos antibióticos se emplean en ganadería, dónde y cómo. Con ese objetivo se promulgó el Real Decreto 191/2018 de 6 de abril. Un texto que como explica Ana López, presidenta del Colegio de Veterinarios de Lugo y miembro de la Junta Permanente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, entró en vigor el día dos de enero de este año:
“Obliga a que los veterinarios que hagan recetas contra explotaciones de animales de producción de alimentos, es decir, toda la ganadería, a comunicar, al menos mensualmente, los datos de las recetas que contengan antibióticos. No tenemos que enviar las recetas, sino los datos de las recetas: a qué explotación se hizo, qué antibiótico se utilizó... Quedan excluidos los destinados a animales compañía. Esa comunicación se realiza a través de la base de datos que ha preparado el ministerio que se llama PresVet (Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos)”. López entiende que este paso era el más lógico dentro de la estrategia de control de los microbianos también en el sector ganadero: “Indudablemente, más que mejorar el control, lo que pretende en principio el ministerio es tener un mapa de España, sabiendo qué medicamentos se consumen en cada zona, a dónde se mueven, en qué tipo de explotaciones”.
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