10/11/2020
Sin entrar en las motivaciones que alimentan su difusión, lo cierto es que la gran mayoría de las noticias protagonizadas por granjas porcinas que recibe la sociedad son de todo menos agradables. ¿Hay gente que hace las cosas mal en este sector? Desgraciadamente sí, como en todos. ¿Son los menos? También sí, absolutamente. ¿La solución Comunicar más y mejor todo lo que se hace bien en el sector, que es mucho. Así piensa el director ejecutivo de Grupo Editorial Agrícola, Jesús López Colmenarejo, que defiende que “donde debe mejorar el sector porcino hoy en día es en darse a conocer más y explicar qué hace y qué va a hacer en el futuro, para
que la percepción que de ella tiene la sociedad, que es quien compra sus productos, sea mejor que la que tiene”. López Colmenarejo alude a la enorme “brecha” que existe entre la sociedad rural y la sociedad urbana, y que causa el desconocimiento de la última.
Un sector que aprueba con nota en sostenibilidad económica, social y medioambiental
Esa brecha dificulta, por ejemplo, la transmisión de que el sector porcino español supone 4,6 millones de toneladas de producción, más del 9% del PIB industrial y el 1,5% del PIB nacional, con 2.000 millones de euros de facturación, tal y como desgrana el director de Interporc, Alberto Herranz; o la importancia que tiene en una comunidad como Castilla y León, donde la producción de porcino supone 1.100 millones de euros, el 32% de toda su producción ganadera, remarca el director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León, Agustín Álvarez Nogal. Y ya comentábamos antes su peso en comunidades rurales. Por ejemplo, en Torreiglesias (Segovia), un pueblo de 250 habitantes donde el 60% están jubilados, son 25 las personas que trabajan en las seis granjas de porcino establecidas en el municipio, cuenta su alcalde, Mario Pastor de la Cruz.