Alimentación

Influencia de la alimentación en la microbiota intestinal

14/05/2019

Por Antonio Palomo Yagüe, director División de Porcino en Setna Nutrición SAU – ADM

En salud humana se correlaciona la flora digestiva con los hábitos alimentarios y ciertas patologías, lo que también se está estudiando en porcino. La interacción positiva entre nutrición y sanidad es muy estrecha, siendo la dieta un importante promotor de la resistencia a las enfermedades (Wiling, 2016) donde la microbiota tiene gran importancia en el establecimiento de la infección.


La salud digestiva cubre múltiples aspectos del tracto gastrointestinal en el cerdo como son mecanismos fisiológicos y funcionales relacionados con la digestión y el metabolismo de los nutrientes, la estabilidad de la microbiota, las funciones de la mucosa y la respuesta inmune (Soumya Kar, 2018). Tal y como se demuestra en muchos trabajos, la digestibilidad de los nutrientes está posiblemente relacionada con la composición y actividad de la microbiota intestinal. Recordemos cómo el desarrollo digestivo tiene lugar en las primeras fases de la vida del cerdo, posterior a que en el momento del nacimiento el mismo está poco desarrollado. De una manera muy significativa, después del destete, entre las 3-4 y 10 semanas de vida, el desarrollo del aparato digestivo tanto en volumen como en tamaño aumenta diez veces (Tabla 1 y Foto 1).

Nutrición-microbiota y sanidad

En el intestino disponemos de una flora saprofita y patógena en equilibrio inestable, que va modificándose con la edad de los animales y en base a los tipos de dietas, además de ser sensible a los factores sanitarios y de estrés mencionados. También conocemos aditivos nutricionales y antibióticos que actúan moldeando y modulando la flora digestiva, por lo que pueden ayudarnos o penalizarnos el equilibrio de la misma en el tiempo. En la actualidad, este es otro punto crítico de atención, y una de las bases del uso prudente y racional de los antibióticos, ya que además de las repercusiones sobre la salud humana (One Health), también debemos considerar los efectos negativos de los mismos sobre la salud intestinal (no todos los antibióticos son respetuosos con la microflora e integridad digestiva).

En el lumen intestinal también encontramos grandes cantidades de lipopolisacáridos altamente tóxicos (endotoxinas), producto del metabolismo de los alimentos y de la presencia de agentes infecciosos activos. Un incremento de los mismos se puede ver reflejado en el aumento de la concentración en sangre de dichas toxinas, lo que provoca, a su vez, una mayor permeabilidad intestinal y, consecuentemente, un mayor daño de la mucosa intestinal. Es aquí donde algunos antibióticos con sensibilidades positivas a ciertos agentes infecciosos digestivos actúan de forma eficaz, por lo que debemos tenerlo en cuenta a la hora de diseñar nuestras estrategias, tanto de medicina preventiva como terapéutica.

Editorial Agrícola Conocer la agricultura y la ganadería Libros Agrigultura Ganadería Más que máquinas WEB TV