24/11/2021
Por Elisa Plumed, periodista agroalimentaria
Varios europarlamentarios han coincidido en que esta PAC ha supuesto una larga negociación que ha costado más de tres años y que se aplicará durante poco tiempo más, ya que es una PAC para 2023-2027. Por otra parte, según anunció el comisario de Agricultura de la Unión Europea, Janusz Wojciechowski, el Ejecutivo Europeo ya tiene planteado realizar una “evaluación” para 2025, con el fin de analizar y conocer si la PAC recién aprobada está dando resultados.
Apenas sin novedades
En líneas generales, una de las pocas novedades de la aprobación de la PAC ha sido la publicación de los tres reglamentos que concretan los objetivos acordados el pasado mes de junio: el Reglamento sobre los planes estratégicos que deben elaborar los Estados miembro en el marco de la PAC [y que desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación llevaban tiempo esperando como “agua de mayo”]; el Reglamento sobre la organización común de mercados de los productos agrarios y el Reglamento horizontal de la PAC sobre las normas de financiación, gestión y seguimiento.
El primer Reglamento se aprobó por 452 votos a favor, 178 en contra y 57 abstenciones; el segundo recabó 485 apoyos, 142 votos en contra y 61 abstenciones; y el Reglamento sobre la Organización Común de Mercados recibió el sí de 487 eurodiputados, el no de 130 y 71 se abstuvieron.
Aunque en el Parlamento Europeo la disciplina de voto de los partidos no es tan rígida como en España, en general, el Grupo del Partido Popular Europeo votó a favor de la reforma de la PAC (aunque los eurodiputados españoles se abstuvieron); el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas dio el sí a la PAC, igual que Renovar Europa (Ciudadanos). Por su parte, votaron en contra Los Verdes; el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (VOX) y La Izquierda (Podemos, Bildu e IU).
Las dudas de los planes estratégicos
A partir de ahora, la aplicación de la PAC queda en manos de los Estados miembro, y precisamente los Planes Estratégicos de cada país (una de las principales novedades de la futura PAC) fue una de las cuestiones que más dudas planteó entre los diputados.
Algunas voces dieron a entender que los planes estratégicos servirán para que cada Estado miembro difumine las propuestas más ambientalistas de la nueva PAC (ecoesquemas).
En este sentido, ya en su primera intervención, el comisario Wojciechowski dejó claro que la Comisión de Agricultura publicará la valoración que realice de cada plan estratégico, comprometiéndose a una gran transparencia durante dicho proceso.
La condicionalidad social y 'De la granja a la mesa'
Otro aspecto muy destacado por varios eurodiputados del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas ha sido la introducción de una nueva condicionalidad social que obliga a que los perceptores de la PAC, para recibir las ayudas, cumplan con las normativas laborales referidas a sus empleados.
Por otra parte, varios eurodiputados del Grupo de Los Verdes, repitieron en diversas ocasiones que no comprendían cómo, habiendo aprobado recientemente el documento político “Farm to Fork” o 'Del campo a la mesa', el grueso de los parlamentarios daban luz verde a una reforma de la PAC con unos objetivos ambientales que, en su opinión, son escasos.
El informe 'Del Campo a la mesa' forma parte del Green Deal o Pacto Verde, la línea política que se ha marcado el actual ejecutivo comunitario con el fin de que la Unión Europea alcance la neutralidad climática en 2030. Junto al 'Farm to Fork” hay otros documentos como la estrategia sobre la Biodiversidad y la comunicación del “Objetivo 55” que, con toda probabilidad, también condicionarán a la PAC.
A fecha de hoy todos estos informes son documentos políticos y no hay obligatoriedad de aplicarlos en los Estados miembro, (ya que para hacerlo se precisa de su trasposición a normativas y leyes y el correspondiente debate parlamentario). Sin embargo, la Comisión de Agricultura, aunque legalmente no puede exigirlos, ha señalado que mirará con mejores ojos a aquellos estados miembro que en sus planes estratégicos de la PAC incluyan alguna de las medidas apuntadas en el Pacto Verde.
Un poco de todo
En el pleno del Parlamento Europeo sobre la reforma de la PAC hubo más de 75 ponentes que hablaron una media de dos minutos cada uno, (a excepción del comisario de Agricultura Janusz Wojchechowski y los ponentes de los tres reglamentos que tuvieron cinco).
Aunque la mayoría de las intervenciones fueron convencionales, en algunas se podía leer entre líneas: como cuando la alemana de origen y agricultora de profesión, Ulrike Müller, defendió el Reglamento sobre la financiación, la gestión y el seguimiento de la PAC vestida con el traje regional de su tierra, Baviera; cuando el rumano y excomisario de Agricultura, Dacian Ciolos, recordó tiempos pasados porque "esta reforma no es perfecta, pero continúa con la que hicimos en 2013", advirtiendo que "la Comisión tiene que garantizar que la PAC sea común para todos los estados miembro"; o cuando el propio comisario Wojchechowski recordó a su compatriota y máxima autoridad católica, el Papa Juan Pablo II, quien visitó en 1988 el Parlamento Europeo y dijo que los agricultores no podían producir alimentos sin tener en cuenta a la Naturaleza.
Otras intervenciones resultaron más chirriantes, y así el italiano Dino Giarrusso, del Movimiento 5 Estrellas, pidió un mayor apoyo al cultivo del cáñamo; la finlandesa Laura Huhtasaari destacó el papel de las vacas en su país insistiendo en que no toman pienso basado en soja importada; y la belga Anja Hazekamp, de La Izquierda afirmó que con esta PAC Europa se llenará de granjas gigantes y cultivos venenosos.