26/02/2018
Por Antonio Martínez, periodista agroalimentario
Nadie en el sector del ovino de leche estaba preparado para afrontar un ciclo económico como el que vivimos desde el año 2015. En sólo 36 meses hemos pasado de unos precios, que los ganaderos no dudaban en calificar como muy buenos, a otros ruinosos. Y lo peor parece que está por llegar.
Todo apunta a que el pico de producción de 2018 (abril, mayo y junio) puede ahondar aún más en esa tendencia bajista. Unas dramáticas fluctuaciones de precios que bien podrían estar provocadas por los fuertes incrementos de producción que hemos vivido estos años, pero también de las convulsiones en el mercado de la leche de vacuno de leche, que aún está tratando de digerir las consecuencias de la liberalización en Europa.
Del paraíso de la leche de ovino a precios muy suculentos, al infierno de las cotizaciones de subsistencia, en tan sólo tres años. En 2015, el sector ganadero se las prometía muy felices. El precio se mantuvo, buena parte del año, por encima del euro por litro. Siete meses en total. Pero incluso en los meses de mayor producción de leche (abril, mayo y junio) no bajó de los 92 céntimos por litro.
Joaquín Sánchez, responsable de Ganado Ovino en la organización agraria UPA en Ávila, no duda en calificar ese año como excepcional: “¡Ojalá hubiera seguido la crisis!, porque en el año de la crisis, los ganaderos estuvimos cobrado como en la vida habíamos cobrado el precio de la leche. En los últimos tres meses se pagó a 8,7 céntimos de euro el grado de extracto quesero”.
Un año más tarde el panorama era muy distinto. Sólo se superó la cota del euro por kilo en enero, y a partir de ahí fue bajando hasta los 81 céntimos de media en mayo. De hecho, a lo largo de 6 meses de 2016 el precio se mantuvo más cerca de los 80 céntimos que de los 90. [...ampliar info]