16-10-2014
La fiebre catarral ovina o lengua azul ha vuelto a hacer acto de presencia en España. En esta ocasión se ha detectado en al menos 25 explotaciones de cinco provincias andaluzas (Córdoba, Cádiz, Málaga, Huelva y Sevilla) además de la provincia de Ciudad Real (en especial en la comarca de Almadén) y algunos municipios de Extremadura. El serotipo que se ha detectado, de tipo 4, es "de los menos agresivos", según ha destacado la Consejera de Andalucía de Agricultura, Elena Víboras. Por su parte, desde la Consejería de Agricultura castellanomanchega ha establecido la vacunación obligatoria frente al serotipo 4 del virus de la lengua azul en explotaciones ganaderas de ovino y bovino de varias comarcas la provincia de Ciudad Real, para lo cual se han adquirido 300.000 dosis.
Las principales consecuencias parea las zonas afectadas tendrán que ver con las restricciones a la movilidad del ganado les impide salir de la zona acotada para su inmovilización, pudiéndose mover por el interior de las provincias afectadas por el brote. La inmovilización del ganado forma parte de las medidas de control y precaución establecidas dentro del protocolo para estas situaciones, al objeto de evitar su dispersión.
Máyor implicación
Por su parte, la Federación Andaluza de Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (FADSG) ha reincidido en que la única medida realmente eficaz es la vacunación. "No obstante, a fecha de hoy los laboratorios no cuentan con dosis disponibles y les llevaría tres meses poder fabricarlas, por lo que ahora mismo resulta imposible su adquisición y aplicación en Andalucía quedando desprotegidos los rebaños de ovino no vacunados, en torno a un millón de cabezas aproximadamente", destacan en un comunicado. De igual modo, FADSG ha solicitado una mayor implicación de todas las autoridades sanitarias y a todos los niveles, incluido el europeo, puesto que, por su situación geográfica, Andalucía es la puerta de entrada de este virus a Europa y desde esta organización no se entiende que sean los ganaderos andaluces los que tengan que costear esta lucha sanitaria, a fin de evitar que el virus se propague a otras regiones y/o países.