Economía

Resistiré

29/04/2020

Por Jesús López Colmenarejo, director ejecutivo

Esta canción del Dúo Dinámico se ha convertido en estos momentos de confinamiento en el himno extraoficial de la población española. Ha sonado en casas y balcones casi hasta el agotamiento, y no solo la versión original, sino también la versión hecha para la ocasión y otras versiones adaptadas. La creatividad en los momentos difíciles parece que se dispara.


Pero hablamos de resistir y el sector ganadero sabe muy bien lo que significa esa palabra. A los ganaderos no hay que explicarles lo que es levantarse al alba. Saben que su trabajo es duro y que en el momento en el que se confíen, todos sus sueños se pueden convertir en polvo en el viento.

Algo así les ha ocurrido a los ganaderos de ovino lechal y cochinillo, a los que por su elevada dependencia de la hostelería (ahora cerrada) el coronavirus les ha robado el mes de abril. La situación de la carne de ovino es difícil, aunque llueve sobre mojado.

El sector busca su rentabilidad, diversifica sus cortes, promociona su sostenibilidad, y todo esto no evita que muchos ganaderos se planteen abandonar el campo y cambiar su papel de extra en la guerra de su día a día por un papel de protagonista dentro de la jaula de una ciudad.

Quizás la PAC del futuro debería ayudar a los sectores más sensibles como el ovino, aunque con todo el huracán económico que estamos viviendo quizás su futuro esté más que nunca en el aire.

Parece que fue ayer cuando lo problemas de la PAC parecían tan lejos y se debatía sobre qué modelo implementar sin tener tanto en cuenta el presupuesto disponible. ¿Qué pasará en 2021? Nadie parece saberlo, pero es importante darse cuenta de que, aunque a veces no se puede conseguir lo que se quiere, intentándolo conseguimos lo que se necesita.

Lo primero es que la UE, cuando el coronavirus haya desaparecido, se dé cuenta de que el sector agrario y ganadero son esenciales y como tal debe tratarlos. Esta crisis es y será difícil, pero podría haber sido mucho peor sin la seguridad del abastecimiento alimentario de nuestras granjas.

El presupuesto para mantener una PAC fuerte no será fácil de conseguir, pero lo primero será saber que se puede y, sobre todo, querer que se pueda. Si no luchamos unidos por el presupuesto en Europa, se destinará a otras áreas donde posiblemente también lo crean necesario.

En un mundo que lleva años acercándose, otro tema que evolucionará y aún no se conoce cómo, es el comercio internacional. El futuro de la globalización está en el aire, soplan vientos de cambio y hay varios sectores ganaderos españoles que han crecido gracias al trabajo realizado en los mercados emergentes a miles de kilómetros de distancia.

Sería importante aprender de crisis como esta porque, aunque en este caso los mercados de exportación no se han cerrado, ¿qué ocurriría con un hipotético cierre de exportaciones? La coyuntura del ovino sería una anécdota comparada con lo que le ocurriría al sector porcino, por ejemplo.

Es bueno tener confianza en el trabajo hecho durante estos años y en las estructuras creadas, altamente rentables y profesionales, pero que no nos hagan sentir tan fuertes que pensemos que nada nos puede tocar.

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