28/09/2020
Las causas de la bajada de producción habría que buscarlas principalmente en la climatología, aunque también en la importante mortalidad de abejas durante el anterior invierno, que ha impedido a los apicultores contar con la cabaña productiva necesaria.
Así, en el Levante el exceso de lluvias ha afectado al rendimiento de las producciones, algunas de ellas de alto valor, como la miel de azahar, indica Unión de Uniones en un comunicado. El mismo factor causó una muy baja cosecha de mieles claras en toda la zona sur y mediterránea.
En otras zonas afectadas, como Cataluña y Castilla y León, la organización asegura que se estaría dando una producción del 50% respecto a años normales, principalmente por exceso de lluvias y cambios bruscos de temperaturas en primavera. Asimismo, la elevada humedad ha propiciado la aparición de enfermedades en numerosas especies de plantas melíferas, como las zarzas.
Por su parte, en la franja norte, de Galicia a Pirineos, Unión de Uniones califica los rendimientos de “mediocres”. Esta región, productora de mieles oscuras, se ha visto afectada en parte por los golpes de calor que han bajado la producción especies como el roble.
En cuanto a la otra causa de merma de producción -la mortalidad de abejas-, se ha debido a factores como la alta tasa de parasitación por varroa por tratamientos inefectivos, y en determinadas zonas una diezmada población en las colonias a causa de la acción continua del abejaruco y Vespa velutina.
“Entre la bajada de producción y una importación masiva de miel (en muchos casos fraudulenta) a un coste con el que el productor europeo no puede competir que crece año tras año, la situación del sector pinta cada vez peor”, aseguran desde Unión de Uniones. “Nuestras abejas, junto con el resto de polinizadores, ejercen una actividad inestimable por el medio ambiente, la biodiversidad y la producción de alimentos que desaparecerían si no se consume miel española, por lo que pedimos a las administraciones un apoyo firme al sector apícola nacional”, añaden.
Desde hace varias campañas, Unión de Uniones viene insistiendo al MAPA en la necesidad de actualizar las anticuadas técnicas de control de la miel actuales para detectar productos fraudulentos, de efectuar un control real de la fauna que ataca a las colmenas y de contar con un plan de acción sobre los medicamentos contra la varroa.