12/02/2021
En una rueda de prensa online, Lorenzo Ramos (UPA), Pedro Barato (ASAJA) y Miguel Blanco (COAG) han pedido también la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Los tres secundaron la idea de que no es el lobo el que está en peligro de extinción, “lo estamos los ganaderos”. Entre los datos que han facilitado destaca el del crecimiento de la población de lobos desde los años 60 a la actualidad: de 300 animales a 3.000. “Solo en Zamora hay más lobos que en Alemania, Suiza, Noruega o Suecia”, ha asegurado el secretario general de COAG.
Miguel Blanco ha puesto en valor el trabajo que realizan la ganadería extensiva y el pastoreo en pos de la biodiversidad y del mantenimiento de la población en zonas rurales y ha tildado de “atropello” la decisión del Comité Estatal. “Nos parece cuestión de oportunismo, postureo, prepotencia y sectarismo”, ha sentenciado.
Por su parte, el presidente de ASAJA, Pedro Barato, ha acusado al Ministerio para la Transición Ecológica de enfrentar a comunidades autónomas, ganaderos y mundo urbano con el mundo rural, y se ha referido a la propia Directiva Hábitats, que recoge que se debe “minimizar el conflicto” de las especies salvajes con actividades como la ganadería, algo que a su juicio no se está persiguiendo.
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha explicado que sus afiliados se sienten “despreciados” con esta decisión. “No se nos ha tenido en cuenta para nada, y en lugar de aparecer como los damnificados, pretenden que aparezcamos como los depredadores del lobo”. Ramos ha animado a “ponerse en la piel” de esos ganaderos que acuden a su explotación “sin saber lo que se van a encontrar. Muchos ya han abandonado y otros se plantean dejarlo. En UPA abogamos por que el lobo esté donde pueda estar, y las ganaderías estén tranquilas donde están”.
Los tres representantes apuestan por la coexistencia de la actividad ganadera y de la fauna silvestre. “Defendemos la biodiversidad y la sostenibilidad. Pero la coexistencia no viene llovida del cielo, exige control de las especies y regulación”, aseguran.
Sobre las ayudas destinadas a mitigar las pérdidas, todos han coincidido en que son insuficientes y difíciles de gestionar. Sobre la posibilidad de dedicar ayudas de la PAC especiales a los ganaderos que “sufren” al lobo, todos se han mostrado en contra. “Las ayudas para compensar los ataques de lobo deben ser ayudas especiales que deben salir de presupuestos específicos”.
La rueda de prensa contó también con testimonios de varios ganaderos que han sufrido en sus explotaciones ataques de lobos.