30/09/2021
La norma, que ahora debe ser aprobada por el Senado, está concebida para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, así como para transponer la Directiva (UE) 2019/633 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de abril de 2019, relativa a las prácticas comerciales desleales en las relaciones entre empresas en la cadena de suministro agrícola y alimentario.
COAG detalla las mejoras aportada por la misma. Las más sustanciales son la prohibición de la venta a pérdidas en el último eslabón; la creación de un registro digital de contratos, "aunque sólo para las operaciones entre el primer eslabón y sus compradores" matiza, e incluye en parte al canal HORECA. Asimismo, se mejora parcialmente la figura del mediador y se potencia el Observatorio de la Cadena.
También se han introducido algunas otras mejoras como, por ejemplo, una definición concreta del concepto “coste efectivo de producción” en la que se contempla la mano de obra familiar, entre otros aspectos, o la nulidad de las cláusulas de los contratos que se sitúen en fraude de ley.
COAG realiza una valoración positiva de lo aprobado en el Congreso de los Diputados respecto a la Ley de Cadena Alimentaria. "Se han producido avances, parciales o completos, en cinco de las seis principales reivindicaciones que ha defendido el sector primario por lo que se considera que son pasos muy adecuados en la mejora de la posición en la cadena de agricultores/as y ganaderos/as".
Asimismo indica que lo aprobado no debe quedar en papel mojado y que, en cualquier caso, es necesario mostrarse cautelosos para que los avances aprobados no se vean mermados en el procedimiento pendiente en el Senado.
Por último, añade que el trabajo en unidad de acción de las tres organizaciones agrarias ha sido clave en este proceso y valora el trabajo del gobierno, y en especial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, "que se ha mostrado abierto a la negociación y a la adición de mejoras en el proyecto de ley"