30/10/2019
El sector productor de leche español tiene una tarea complicada para conseguir ser rentable, siendo el primer requisito obtener un precio razonable cuando vende su leche a la industria. Una forma de obtener esa rentabilidad es que la industria prefiera adquirir leche producida en España porque el consumidor a su vez la prefiera frente a la producida en otros países.Para que esto pueda materializarse, el consumidor primero debe saber dónde se ha producido la leche, cosa que hasta ahora no era posible.
Con carácter general, y de acuerdo con lo previsto en el artículo 26.2.a) del Reglamento 1169/2011 (sobre la información alimentaria facilitada al consumidor), la indicación del origen será obligatoria cuando su omisión pudiera inducir a error al consumidor en cuanto al país de origen o el lugar de procedencia real del producto, lo que no obliga en todos los casos.
Una forma eficaz de que el consumidor sepa que la leche es producida en España es obligar a indicarlo en el etiquetado.