Crece el consumo de carne de cerdo en los hogares españoles

En un contexto de contención generalizada en el consumo de carnes en nuestro país, la de cerdo ha sido la única cuya presencia ha experimentado un ligero crecimiento en los hogares españoles. Así, el consumo de porcino fresco creció en 2018 un 0,8% respecto al año anterior, mientras que el de carnes congeladas aumentó un 6,9%, según los datos elaborados por la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc).

Asimismo, incrementó el consumo de elaborados de porcino, hasta un 2,7%, con un importante ascenso de productos como el tocino y la manteca (+8,3%) y el lomo curado (+7,6%). Por su parte, el consumo de jamones y paletas curados subió un 5,4% y el de fuet y longanizas más de un 2%. Interporc señala que España cuenta con un consumo medio per cápita aproximado de 41,2 kg al año y, de ese total, el 43% lo aporta el sector porcino de capa blanca, que contribuye al sistema alimentario español con el 30,3% de toda la carne fresca y el 82,3% de toda la carne transformada puesta a disposición de los consumidores.

Una de las principales ventajas competitivas del sector porcino de capa blanca es la diversificación de su mercado interior, en el que junto a la comercialización de carnes y despojos frescos, congelados y refrigerados, al corte o envasados, convive una amplia gama de productos elaborados, de múltiples tipologías, formatos y presentaciones (curados, cocidos, conservas, etc.).