23/05/2022
España se ha convertido así en el punto de encuentro de EUWEP (European Union of Wholesale in Eggs and Egg-Products), que agrupa a las organizaciones EEPTA (European Egg Packers and Traders Association) y EEPA (European Egg Processors Association).
En la cita anual se trataron los principales asuntos que afectan al sector, como la anunciada desaparición de las jaulas, la revisión de las normas de comercialización, el impacto de la influenza aviar, o las consecuencias de la guerra de Ucrania, que colocan al sector del huevo ante retos decisivos.
Y es que la Unión Europea está revisando las normas de comercialización del huevo y evaluará si se mantienen las fechas de venta y de consumo preferente del huevo (21 y 28 días, respectivamente) y los tiempos legalmente establecidos (16 semanas) para poder vender como huevos “de gallinas camperas” los que se produzcan tras el encierro obligatorio de las aves por razones sanitarias (como protección ante la influenza aviar, por ejemplo).
A ello se suma que el impacto de la influenza aviar en muchos países ha obligado a restringir la salida de las aves a parques exteriores en 2020 y 2021, y vender desde las 16 semanas de encierro los “huevos de gallinas en suelo”, perdiendo el valor añadido de la producción campera, algo que es económicamente inasumible para muchos productores.
La regulación de la Comisión Europea sobre la producción ecológica afecta también al mercado del huevo. Tras el uso de medicamentos en aves ecológicas, es obligatorio respetar un mínimo de 48 horas de tiempo de espera (aunque el medicamento esté registrado con periodo de retirada de 0 días), que en la práctica supone retirarlos del mercado, lo que encarece los costes y reduce la producción.
Otro aspecto que preocupa es el anuncio de la Comisión de prohibir los alojamientos en jaulas para toda la producción ganadera de la UE, así como la apertura del mercado comunitario de huevos y ovoproductos a importaciones de países terceros que no cumplen las normas de la UE.