03/05/2023
Excepto en Andalucía, la producción de forrajes deshidratados ha descendido en prácticamente todas las zonas productoras. Un descenso que también se ha producido en la superficie de cultivo, que bajó un 8% respecto a la campaña pasada. A estas malas previsiones iníciales, se unió un rendimiento bastante bajo con relación a otras campañas, debido principalmente a la falta de agua para riego, y a las altísimas temperaturas, que han facilitado la aparición de plagas.
No obstante, desde el punto de vista comercial la campaña 2022/23 se ha caracterizado por una gran demanda de forrajes deshidratados, por parte tanto del mercado nacional como internacional.
Por tipología de producto, las balas de alfalfa deshidratada han supuesto el 55% del total transformado, seguidas de pellets de alfalfa (20%), forraje mix (11%), otros forrajes, como festuca, ray Grass y vezas (10%), y avena forrajera deshidratada (5%).
En cuanto a la campaña actual, las previsiones del sector son pesimistas, fundamentalmente por la ausencia de lluvias. De hecho, AEFA indica que es posible que incluso alguna industria tenga que cesar la actividad por la poca disposición de agua en algunas cuencas. “En este sentido, desde la asociación se quiere hacer un llamamiento a las autoridades para ayudar a paliar los problemas del sector de los forrajes deshidratados. Se estima una bajada de producción cercana al 50%, lo que pondrá en jaque la viabilidad de las industrias deshidratadoras, así como parte de los 4.000 puestos de trabajo que el sector deshidratador español genera en el ámbito rural”, indica la misma fuente.