25/10/2016
Hace tres años, los responsables de la ganadería Cabo Gómez, situada en Velada (Toledo), decidieron aumentar el número de animales en la explotación y compraron unas novillas francesas. Tras la llegada de los animales se produjo un llamativo aumento de la mortalidad en los terneros. Hablamos con Agustín Cabo, copropietario de la explotación, sobre cómo la decisión de aplicar una nueva vacuna de BVD permitió atajar el problema rápidamente.
GANADERÍA. ¿Qué razones te llevaron a hacerte ganadero?
AGUSTÍN CABO. Esta es una ganadería familiar, yo a los diez años ya ordeñaba a mano una vaca mansa que tenía mi padre y a los cuarenta y siete años aquí estoy. Cuando me hice cargo de la granja empecé con una sala de ordeño en espina de pescado de 4x4 y muchos menos animales, y ahora tengo una paralela de 8x8. Las vacas enganchan y, a pesar de los avatares, aquí sigo. En Velada, yo recuerdo que había cincuenta o sesenta ganaderos y ahora quedan cinco con visión de futuro. Es un trabajo duro, no hay fines de semana, y si te lías pasas las veinticuatro horas al día trabajando. Esta profesión te tiene que gustar. Empezar a andar por aquí de niño, como hacen ahora mis hijos, que parece que aquí seguirán.
GAN. ¿Cómo es vuestra explotación?
A.C. Soy copropietario de la ganadería junto con un hermano. Además de uno de mis hijos, que tiene 22 años, trabajan con nosotros mis otros dos hermanos que llegaron hace pocos años empujados por la crisis en la construcción. Ahora mismo hay 220 vacas adultas y 190 en ordeño. Hacemos dos ordeños al día, en dos patios diferentes, uno de alta producción y otro de baja. La alimentación es un solo lote. Al nacer los terneros se instalan en casetas y se les da calostro hasta los cuatro o cinco días de vida. Los terneros de las vacas reciben calostro de la madre del primer y segundo ordeño, y los terneros de novillas toman calostro que tenemos congelado. La recría de novillas es en ciclo cerrado.
GAN. ¿Cuál es tu experiencia con la BVD?
A.C. Hace tres años compré unas novillas francesas, con la intención de aumentar el número de animales de la explotación, y a partir de ese momento empecé a tener problemas con los terneros. Las bajas en los terneros ascendieron de un 2-3 % a un 40-50%; en los de las novillas la mortalidad era incluso superior. Los animales nacían débiles, en un par de días comenzaban con diarrea, dejaban de tomar leche y morían.
GAN. ¿Qué ha supuesto el uso de esta nueva vacuna que ha salido al mercado?
A.C. Desde que vacunamos con ella, las bajas en terneros han vuelto a ser pocas. Otra diferencia que yo he notado mucho es en las mastitis. El protocolo de mamitis es el de siempre, pero yo lo veo mucho más eficaz. En esa época teníamos mamitis graves, y en muchos animales la bajada de leche era grande y tardaban mucho en recuperar la producción. Desde que vacunamos, las vacas tienen más defensas. De hecho, el recuento celular es de menos de 200.000 células somáticas, teniendo en cuenta que las vacas se alojan en cama caliente. Las mamitis se curan con facilidad, ahora casi no tengo vacas crónicas. De las de control lechero solo hay cuatro o cinco crónicas.
GAN. ¿Cómo es el programa sanitario que utilizáis?
A.C. Vacunamos de BVD e IBR (con una vacuna trivalente combinada con virus Sincitial y Parainfluenza). Con la nueva vacuna viva monovalente para BVD, en el caso de novillas se vacuna y revacuna el primer año y luego la pauta es anual en el resto de animales. El hecho de necesitar una sola aplicación anual y no tener efectos adversos nos animó a utilizar esta vacuna.
GAN. ¿Cómo fue el caso clínico y su evolución tras la vacunación?
ANTONIO HORMIGOS Los síntomas que nos encontramos en la explotación fueron patologías respiratorias y una alta mortalidad de los terneros. Al vacunar observamos rápidamente, además de un descenso de mortalidad en terneros, menos mamitis y menos problemas respiratorios.
GAN. ¿Cómo valoras esta nueva vacuna viva monovalente para BVD?
A.H. Una gran ventaja es poder aplicarla una vez al año, aunque es una pena que no sea una vacuna combinada para proteger frente a otros patógenos, lo que simplificaría el manejo. Antes usábamos una vacuna tetravalente, la diferencia con la vacuna actual es el tema de la protección fetal, evitar los animales Persistentemente Infectados (PI) que las vacunas tradicionales no acaban de controlar. Siempre había una reinfección continua que cuando desaparecía el efecto de la vacuna, tras cuatro o cinco meses, tenías que revacunar otra vez para mantener el nivel inmunidad. Con esta nueva vacuna te acabas olvidando de la BVD.
GAN. ¿Para ti cuál es la importancia del control de los animales PI?
A.H. Al no tener animales PI en la granja, no hay reinfecciones y, si no hay reposición externa, acabas controlando la enfermedad. No es fácil hacer un diagnóstico correcto de los animales que llegan a una granja, es posible que ni realizando una cuarentena correcta. Para asegurarse de que los animales.