Ancoporc se preocupa por el mercado exterior en su Asamblea

La Asociación Nacional de Comerciantes de Ganado Porcino organizó el pasado 20 de junio su vigésimo segunda Asamblea y vigésimo primer Congreso Nacional.

Esta vez, y como consecuencia de la situación actual del sector, se han tratado temas de interés general: el comercio exterior, la internacionalización de las empresas y el bienestar animal.

La jornada pública ha contado con la presencia de María Naranjo, directora de Alimentos, Vinos y Gastronomía del ICEX, Alberto Díez, director de ANDA, Carlos Buxadé, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB), y Valentín Almansa, ex director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), para la clausura del acto.

En primer lugar, Ancoporc ha puesto en valor el trabajo que, desde el ICEX, se realiza para ayudar a las empresas en cuestiones de internacionalización. En segundo lugar, ha querido dar voz a una organización de defensa de los animales para hablar sobre bienestar animal. Y, por último, poner en conocimiento la situación actual del comercio de porcino.  

La necesidad de consolidar mercados abiertos y la apertura a nuevos, se hace estrictamente necesaria para la evolución positiva del sector porcino español. Éste representa el 14,4% de la producción final agraria y 36,8% de la producción final ganadera. Además en el último año, se ha exportado más de 1.400.000 t a la Unión Europea (UE) y casi 750.000 t a terceros países y el 19,5% de los sacrificios de porcino en Europa corresponden a España.

Todo ello incide aún más en la necesidad de que empresas, industrias, comerciantes y ganaderos tomen conciencia de su importancia para la economía nacional y de su responsabilidad en la mejora continua de medidas que ayuden a sostener esta balanza comercial. Para Ancoporc todavía queda mucho trabajo por hacer, pero desde luego si se hace como se está haciendo hasta ahora, la presencia internacional con productos de valor, con adecuación a los mercados y a sus consumidores y, por supuesto, con respeto comercial, se conseguirá una estabilidad y sostenibilidad futura para el sector.