El 'lujo' del cordero manchego

Por Mari Sol Calleja ~ Periodista agroalimentaria

Es uno de los platos más tradicionales en la cocina de La Mancha, un producto saludable y está incluido en la dieta mediterránea. La carne de cordero manchego con Indicación Geográfi ca Protegida (IGP) reclama su sitio en el mercado y recuperar el consumo a través de su calidad diferenciada. El sector de la carne de ovino atraviesa un momento “delicado” y eso obliga a toda la cadena de valor a estar más unidos que nunca. En 2015 se comercializaron 30.698 canales de cordero manchego con IGP, una cifra que aumentará hasta las 40.000 este año. Productores y operadores trabajan para lograr que este producto sea “reconocido y rentable”. Lo hacen a través de campañas publicitarias que persiguen “renovar” su imagen en los puntos de venta, hacerla “más versátil” y “desestacionalizar” su consumo.

El cordero manchego se ha comercializado desde siempre. La oveja manchega es una “buena” productora de carne, ya que proporciona unos corderos bastante
grandes al nacimiento, que evolucionan muy bien en cebadero, como explica Francisco Alfaro, secretario técnico de la Fundación del Consejo Regulador de la IGP. Apreciada por su carácter tierno y jugoso, y por un sabor suave que le distingue de otros tipos de cordero, tiene su mercado también fuera de Castilla-La Mancha, en regiones como Cataluña, la zona centro o la Comunidad Valenciana.

Actualmente, en los registros del Consejo Regulador hay 381 ganaderías de cría inscritas con cerca de 300.000 ovejas en total. El sector lo está pasando mal, ya
que ve como, año tras año, los costes suben al ritmo del IPC y los productos que venden se mantienen al mismo precio que hace veinte años. La carne de ovino se consume cada vez menos, y esta es una realidad ante la que se enfrentan los productores en estos momentos. Así lo constata Pedro José Durán, ganadero y presidente de la IGP Cordero Manchego. “El consumo está por los suelos, a pesar de que nadie cuestiona la calidad del producto”.