12/09/2019
GANADERÍA. En su opinión, ¿qué importancia tiene el SRB en los rebaños bovinos?
LAURA ELVIRA. El SRB es sin duda la enfermedad más importante en los cebaderos, donde numerosos estudios demuestran el gran impacto económico de la enfermedad, asociado a la menor ganancia de peso, los terneros crónicos, la mortalidad o los tratamientos.
Pero también es importante en las granjas de leche, especialmente en la recría, donde al impacto a corto plazo se suma el efecto sobre las futuras vacas lecheras. Como ejemplo, en el estudio realizado por Dunn y col (2018), vieron cómo las novillas afectadas por neumonía producían 525 kg menos en su primera lactación que las sanas.
GAN. Y, ¿en qué medida afecta a las explotaciones?
L. E. La prevalencia del SRB es muy elevada en las entradas al cebadero, especialmente cuando se trata de lotes de alto riesgo debido al efecto aditivo de los distintos factores: mezcla de animales, tamaño del lote, transporte, etc.
En vacuno lechero nos encontramos con grandes variaciones entre granjas debido tanto a los factores de riesgo presentes, como a la dificultad del diagnóstico. Recientemente, el uso de la ecografía pulmonar nos ha permitido ver cómo el alcance real de la enfermedad es mucho mayor de lo que pensábamos, al identificar no solo los animales afectados de forma clínica sino además los casos subclínicos, que también ven penalizada su productividad.
GAN. ¿Cuáles son los principales agentes implicados?
L. E. El SRB tiene carácter multifactorial, participando tres tipos de factores fundamentales: la susceptibilidad del propio animal, el ambiente y los agentes patógenos. Distintos agentes pueden estar involucrados, que por lo general son virus como el sincitial (VRS), PI-3 o IBR, los principales iniciadores del proceso; siendo posteriormente bacterias como Mannheimia haemolytica o Pasteurella multocida, las que dan lugar al cuadro clínico característico (fiebre, mocos, polipnea, disnea, lagrimeo, etc.).
GAN. Dice que está implicado el IBR, pero ¿no es también un virus causante de abortos?
L. E. El IBR o virus de la rinotraqueítis infecciosa bovina, puede causar infertilidad y abortos en las vacas reproductoras, pero también puede producir un cuadro respiratorio. De hecho, se trata de un virus importante tanto por el coste asociado a los brotes clínicos, como por el efecto a largo plazo en los animales. Y es que en las explotaciones lecheras afectadas los animales con infección latente merman su producción láctea, mientras que las terneras tienen más riesgo de padecer neumonía.
En el caso del cebo, a la participación del IBR dentro de la principal enfermedad, el SRB, se le suma la potencial limitación comercial a la exportación, debido a que países como Marruecos o Egipto lo incluyen dentro de los requisitos sanitarios para exportación de animales vivos. Por todo ello, próximamente se va a poner en marcha un plan de erradicación de IBR a nivel nacional que limitará la vacunación al uso de vacunas marcadas que permiten diferenciar los animales vacunados de los infectados por el virus campo.
GAN. ¿Cuáles son las principales medidas para controlar la enfermedad?
L. E. Ya que se trata de una enfermedad multifactorial será esencial aplicar un buen plan vacunal y revisar los principales factores de riesgo que puedan estar presentes en la explotación. Las medidas encaminadas a la prevención, además de reducir el impacto económico, disminuirán los enfermos, y con ello, el uso de antibióticos y riesgo de futuras resistencias. Además, tienen otro valor adicional de “bienestar laboral” al mejorar los resultados y reducir el tiempo extra destinado a trabajos no programados: revisión de enfermos, tratamientos, etc.
A la hora de elegir el plan vacunal será fundamental tomar en cuenta distintos factores técnicos y de manejo: qué agentes incluye (solo virus respiratorios o también bacterias como M. haemolytica), si aporta inmunidad celular frente al virus sincitial (lo que podemos conseguir mediante vacunas vivas o inactivadas que usen adyuvantes como el Quil A), la edad a la que puede iniciarse la vacunación en animales jóvenes (ya que no todas las vacunas tienen eficacia demostrada en terneros con inmunidad calostral), o su practicidad de uso (pauta y número de dosis a aplicar, si cuenta con estudios que avalen la eficacia en caso de aplicar dos vacunas distintas, etc.).