Economía

Seguridad alimentaria: Para hacer las cosas bien ¿hay que venir al sur?

18/09/2017

Editorial escrito por Jesús López Colmenarejo


Volvemos del verano con otra crisis alimentaria en el sector ganadero de la UE: los huevos contaminados con el insecticida fipronil. Afortunadamente este caso parece que en nuestro país no va a tener mucha más repercusión, ya que se han detectado y destruido antes de que llegaran al consumo dos partidas de huevos en País Vasco y Cataluña, lo que ha minimizado el impacto en la sociedad.

Por otra parte la información transmitida al consumidor, aclarando que era necesario el consumo de decenas de huevos al día de forma sostenida en el tiempo para que tomar estos huevos fuera nocivo, ha ayudado a no sobrepreocupar a la población. Parece que vamos aprendiendo a comunicar al gran público, aunque sea “a golpe de crisis”...

En lo referente a cifras, se estima que son más de 150 los millones de euros perdidos hasta la fecha que corresponden a la destrucción de partidas de huevos sospechosas y a granjas cerradas en los Países Bajos, país en el que se ha originado esta situación.

Pero la reflexión de esta página viene por otro lado. Desde Bruselas se nos ha hecho llegar de forma insistente a los productores europeos que nuestro gran valor diferencial frente a las producciones agrícolas de otros países es nuestro Modelo Europeo de Producción.

De esta forma, tener la imagen en los mercados internacionales de que la UE produce alimentos sanos, seguros y respetuosos con el medio ambiente y el bienestar animal nos haría competir “por calidad” con productos de terceros países en los que se permiten sustancias que en la UE están prohibidas como hormonas, beta agonistas o transgénicos.

Por ello tenemos que ser extremadamente cuidadosos con nuestra imagen y la seguridad de los alimentos producidos, ya que no competimos por precio sino por calidad percibida. Cada caso que salga podrá ser utilizado como un arma por los países competidores para decir a los mercados mundiales “¿Veis?, con toda su aureola de calidad, la UE también tiene sus problemas y nosotros somos más baratos”.

Así, a bote pronto, se me ocurren las vacas locas, piensos contaminados con dioxinas, carne de caballo usada en lugar de carne de vacuno... hasta los pepinos contaminados con E-coli de los que se acusaba a España, todos estos casos tuvieron su origen o especial incidencia en países del norte de Europa.

Lo mismo en España y los países del mediterráneo tenemos que empezar a quitarnos prejuicios y hacer ver que sabemos producir muy bien pero que necesitamos vendernos mejor.

Y otro dato sobre el que refl exionar es que la mayor parte de las crisis que han ocurrido en la UE han surgido de países del norte de Europa.

Es más, parece que aún llegan los ecos del verano y me surge una versión de aquella famosa canción de Rafaella Carrá “Para producir alimentos seguros hay que venirse al sur”. Y sí, la musiquilla es pegadiza, a ver si cala en nuestras mentes...

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