La infección por este virus está asociada principalmente a un cuadro clínico de neumonía intersticial crónica, pero presenta también otras formas clínicas como artritis, encefalitis y mamitis.
Según este centro la investigación, realizada en diferentes sistemas de explotación de ovinos españoles, confirma la mayor importancia de la transmisión horizontal de la enfermedad por contacto directo entre animales infectados frente a la vía vertical por amamantamiento con calostro y leche infectada.
Los estudios realizados por la Doctora Iratxe Leginagoikoa se incluyen dentro de una de las lineas más antiguas del departamento de Sanidad Animal de Neiker-Tecnalia y han puesto de manifiesto que la vía horizontal de contagio tiene más importancia que la vertical/lactógena. De ahí la necesidad de detectar con rapidez a las reses enfermas, de,estabular los rebaños en buenas condiciones de espacio y ventilación y de reducir el contacto con animales infectados para evitar su propagación al resto del rebaño.
Actualmente, no existe un tratamiento eficaz ni vacunas contra este virus, por lo que el estudio demuestra la importancia de los métodos de control que reducen el contacto directo con animales infectados.
Por otro lado, las aportaciones relativas al diagnóstico también suponen un avance en la búsqueda de una metodología que maximice el éxito de la detección del virus y facilite el estudio de la infección y permita su control en el comercio de animales.
Las principales vías de transmisión del virus Maedi Visna son la vertical/lactógena, por consumo de calostro y leche infectada, y la horizontal, por contacto con animales infectados. No existe tratamiento eficaz y la eliminación de la enfermedad en el rebaño se basa en la aplicación de medidas de control.
La enfermedad se halla ampliamente distribuida mundialmente y concretamente en España se ha descrito en la mayoría de las Comunidades Autónomas, en las que se observa diferentes niveles de infección. Esta infección tiene una notable importancia histórica por que supuso el descubrimiento de las infecciones víricas lentas y puso de manifiesto la dificultad de controlarlas en el comercio internacional de ganado. Además, aunque este virus no afecta al ser humano, resultó ser el primero descrito del grupo en el que posteriormente se incluiría el del SIDA.