15/10/2018
Durante su discurso, destacó la importancia de mantener una estrecha relación entre la sociedad urbana y la población rural e hizo especial hincapié en el relevante papel que la agricultura y la ganadería juegan en la lucha contra la despoblación de los pequeños pueblos. Resaltó también la responsabilidad que tienen los veterinarios a la hora de afianzar el futuro de estos sectores y quiso transmitir a los nuevos profesionales que trabajar para la agricultura y la ganadería es esencial para asegurar el futuro del medio rural y del país.
Respecto a su carrera profesional, afirmó no ser una “veterinaria vocacional”, dado que en su familia la mayoría son químicos y no procede “del mundo rural, ni tampoco de la profesión veterinaria”. Destacó, sin embargo, su vocación “en lo que al servicio público se refiere”, que fue lo que le llevó a realizar oposiciones al Cuerpo Nacional Veterinario, en el que ingresó en 1988. A lo largo de su carrera, ha vivido el proceso de evolución de la agricultura y la ganadería españolas y ha sido “testigo de excepción de una serie de hitos, de retos, de una evolución sectorial enormemente significativa”. En otro momento del discurso destacó “la modernización de nuestra agricultura y nuestra ganadería de la mano de la Política Agraria Común y el desarrollo de los mercados exteriores”, asegurando que estos sectores son un ejemplo de éxito.
Por último, tuvo también un recuerdo especial para las pioneras de la profesión y del Cuerpo Nacional Veterinario y animó a las mujeres que quieren dedicarse a esta labor a “superar las dificultades que aún hoy van a encontrarse en el desempeño de su carrera, a romper prejuicios, a luchar contra la desigualdad de género en todos los ámbitos, profesionales y personales” y a contribuir para que cada día sean más las que tengan “papeles protagonistas en esta profesión”.