24/09/2018
Tal y como se había anunciado, el Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto por el que se establece la obligatoriedad de incluir la indicación de origen en el etiquetado de la leche y los productos lácteos. Esta normativa responde a la necesidad de dar solución a las demandas del consumidor actual, que valora la transparencia y la información del origen de los alimentos que consume. Como consecuencia, el etiquetado de la leche y los productos lácteos elaborados en España deberán identificar el “país de ordeño” y el “país de transformación” de la leche utilizada como materia prima.
Cuando el país de ordeño y/o de transformación sea exclusivamente España, siempre deberá indicarse “España” y no se podrá sustituir por la expresión “UE”. Sin embargo, cuando la leche no sea exclusivamente española tendrá que indicarse “País de ordeño” y “País de transformación”, seguidas del nombre del/los Estados Miembros (EEMM), o “UE”, “fuera de la UE”, “UE y fuera de la UE”. De esta forma, la etiqueta de estos productos distinguirá claramente la leche ordeñada y transformada en España.
Estará en vigor durante un periodo de dos años y comenzará a aplicarse a partir de los cuatro meses de su publicación en el BOE. Ahora bien, los productos legalmente fabricados antes de la entrada en vigor del real decreto, podrán comercializarse hasta que se agoten sus existencias.
Es la primera vez que se regula en España el etiquetado de origen obligatorio de un producto alimenticio por iniciativa propia, sin que constituya un mandato de la normativa europea, ya que el Reglamento de la Unión Europea en vigor sobre información al consumidor, y en particular al etiquetado de alimentos, es voluntario para cada país.
De cara al consumidor, se trata de una medida en favor de la información veraz y un compromiso de la industria láctea con la transparencia, ya que el 88% de los consumidores españoles, un 4% más que los europeos, estiman necesaria la identificación del origen de la leche como producto y como ingrediente de otros productos lácteos y el 86% de los distribuidores en su mayoría consideran que el identificativo del origen español aumentaría sus ventas de leche.