22-06-2016
En el anterior número de "Ganadería" ya hacíamos mención a la compleja situación de la producción de leche de vaca en nuestro país. La situación en estos dos meses que han pasado no ha ido precisamente a mejor. Los precios de recogida establecidos en los pocos contratos que se fi rman son cada vez menores, alcanzando incluso los 20 céntimos/litro y abocando al cierre a cualquier granja que "eche cuentas". Llueve (y mucho) sobre mojado, y lo que es peor, en materia de precios no tiene pinta de que vaya a escampar.
El título de este editorial hace referencia al ¡Que inventen ellos!, una famosa frase de Miguel de Unamuno con la que se quería transmitir a principios de siglo XX su opinión sobre la ciencia, una disciplina que consideraba propia de otros países y no tanto de España. Nuestro país, visto desde su óptica, debería concentrarse en ser más un país práctico, de producción, y no tanto en investigar, ya que para eso siempre se podría copiar lo que hacían en otros países más preparados para estas funciones.
A Unamuno se le criticó entonces por esta visión y se le sigue criticando, pero hay una cosa cierta: no somos un país
que históricamente haya destacado por tener una industria potente, como puede ser el caso alemán, ni una mentalidad comercial destacada como la que se le reconoce a los holandeses.
Salvo algunos temas concretos, en España nos hemos dedicado a producir...y bastante bien, tanto en volúmenes como en rendimientos. Pero los tiempos cambian, y mucho. Sin ir más lejos, hoy, más de un siglo después de la frase de Unamuno, si tomamos como ejemplo el sector ganadero no solo toca inventar, sino que además la innovación es la clave en la nueva PAC, a través de estructuras denominadas Asociaciones Europeas de Innovación (EIP en sus siglas en inglés).