Economía

Interprofesionales: Una buena defensa, el mejor ataque

26/04/2017


Ya han transcurrido 22 años desde que se promulgó la Ley 38/1994, de 30 de diciembre, que regulaba las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias en España, y su presencia e influencia en los sectores más representativos de nuestras producciones ganaderas son crecientes.

Parece evidente, por su cada vez mayor preponderancia, que las Organizaciones Interprofesionales han llegado para quedarse en el campo español.

A día de hoy son 14 las Interprofesionales “ganaderas” activas aunque su incidencia es muy variada dependiendo de su antigüedad y la idiosincrasia del sector al que representa cada una.


Interprofesionales Agroalimentarias 

Para los más despistados, una Organización Interprofesional Agroalimentaria es aquella constituida a su vez por organizaciones representativas de productores, industrias transformadoras y, en su caso, de la comercialización y distribución agroalimentaria, de un sector o producto incluido dentro del sistema agroalimentario español.

Entre sus funciones están las de velar por el funcionamiento de la cadena alimentaria, mejorando la transparencia de su mercado.

Para ello están capacitadas, para elaborar medidas que regulen la oferta de acuerdo con la normativa de competencia, como es el caso de los contratos tipo.

Estas organizaciones también están capacitadas para promover la investigación o formación de los integrantes de su cadena, aunque su papel más destacado en fechas recientes está siendo promocionar el consumo en los diferentes mercados, ya sean España, la UE o terceros países.

El presupuesto que utiliza una Interprofesional para el desarrollo de su actividad proviene de tres fuentes distintas. A grandes rasgos, y dependiendo de cada Interprofesional, un 50% son fondos europeos destinados a este fin, un 25% procede del gobierno de España y el 25% restante tiene como origen el sector correspondiente a través del mecanismo denominado “Extensión de Norma”.

Detrás de este nombre tan gris se oculta una potente herramienta que no es más que un acuerdo obligatorio para los miembros de la Interprofesión, mediante el cual se permite recaudar una cantidad de dinero que deberá ir destinada a financiar el funcionamiento de la propia Interprofesional y la ejecución de los objetivos antes definidos.

Con el foco en los mercados del mundo 

La estrategia de promoción del consumo en los mercados internacionales es muy positiva si se hace adecuadamente. El impacto, además, puede ser rápido si se encuentran nuevos nichos en los gigantescos mercados mundiales que buscan aumentar su consumo de proteína de alta calidad.

¿Cuál es el problema entonces? Pues que esa presencia en mercados crecientes del mundo nos haga relajar el trabajo de promoción en el mercado nacional, muchas veces más maduro y asentado. Explicado en términos futbolísticos, incrementar la exportación (a Asia, por ejemplo) supondría aumentar nuestro ataque, meter más goles. Pero no olvidemos que en el partido de la comercialización de alimentos, contar con una buena defensa y mantener la portería a cero es igual de importante. Y esta defensa es la de la imagen de la ganadería en nuestro país.

Día tras día vemos cómo la producción de carne y de leche en España son cuestionadas por sectores de nuestra sociedad que no conciben a un animal como algo distinto de una mascota. Se crean mitos y bulos que tienen un excelente caldo de cultivo en un consumidor que no conoce la realidad de la ganadería y que considera superfluos alimentos esenciales para llegar a los niveles de calidad de vida con los que contamos hoy en día. Debemos competir promocionándonos en la Champions mundial pero no olvidemos hacerlo también en la Liga del consumo interno, la competición que ofrece la continuidad y estabilidad y que equilibra la volatilidad de los mercados mundiales.

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