15/11/2017
Los antibióticos son, hoy por hoy, medicamentos indispensables para el tratamiento de la mayoría de infecciones bacterianas en salud humana y producción animal. Está comprobado que un mal uso de estas sustancias puede provocar resistencias a los mismos, y hacer que la eficacia de estos tratamientos frente a las enfermedades se reduzca hasta incluso llegar a desaparecer.
Desde hace años se está trabajando en tratamientos alternativos a los antibióticos, pero a corto plazo la estrategia pasa por hacer un uso racional de los mismos. Con este objetivo, en 2014 el Gobierno español aprobó el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos y el desarrollo de una serie de líneas estratégicas y acciones que permitan reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias a estas sustancias.
Asimismo, la industria del medicamento también aportó su grano de arena a través de la Fundación Vet+i lanzando su iniciativa VetResponsable. Esta acción tiene, entre otros fines, impulsar iniciativas de comunicación y formación dirigidas a profesionales veterinarios con objeto de reforzar el uso responsable de los medicamentos, y entre ellos los antibióticos.
Como vemos se está trabajando, pero parece que no lo suficientemente rápido ya que, como lamentablemente suele ocurrir, este tema no está de total actualidad por su importancia, sino por la repercusión en los medios de comunicación generalistas.
¿Es esto un “y tú más”? Quizás, pero para los consumidores es más fácil ver la paja en el ojo del ganadero que la viga en el propio, aunque ellos son los clientes.
Al cierre de este número de “Ganadería” nos encontramos con varias noticias destacadas en prensa nacional y una de ellas cuenta con un título tan explícito como “España atiborra al ganado con antibióticos”. Este artículo nace de un informe publicado por la Agencia Europea del Medicamento que estudia la evolución en 30 países de Europa del uso de los antibióticos, y uno de los datos que refleja es que en España el uso de antimicrobianos en producción animal es el más alto de la UE y cuatro veces superior al de Alemania.
Este artículo también muestra que el consumo de antibióticos se ha reducido, pero no lo suficientemente rápido, y como además esta información no aparece en el titular de la noticia, el mensaje queda en segundo plano. Otro dato que aporta es que el problema no se produce únicamente en ganadería, ya que en atención primaria los médicos españoles recetan 50 veces más amoxicilina y ácido clavulánico que en Alemania.
La situación de los antibióticos en ganadería también surgió en el debate de la presentación de la encuesta “Hábitos de Consumo, 2017”, un estudio desarrollado por varias organizaciones de consumidores y Mercadona.
Allí tuve el placer de desarrollar una ponencia sobre los mitos alimentarios y la percepción del consumidor, donde reflejaba, por ejemplo, que el gran público no distingue entre uso de antibióticos y presencia de los mismos en los alimentos. Esto provoca que mucha gente considere este problema como una crisis alimentaria cuando en realidad no lo es.
Formar a un consumidor medio que en muchos casos no quiere saber de dónde le viene su comida es complejo y caro… pero quizás sea aún más caro para el sector agroalimentario no formarlo y que sus decisiones acaben con la producción tal y como la conocemos.
En nuestras manos está.