18/09/2020
Josep Puxeu, ponente, miembro del CESE desde 2015 y director general de Anfabra, ha manifestado que “el CESE reconoce con este dictamen el potencial de innovación de los territorios rurales y la necesidad de reducir las diferencias de desarrollo, así como el especial impacto que el cambio climático o los desastres naturales, industriales o epidemiológicos tienen sobre estas zonas”.
La realidad es que los territorios europeos no evolucionan de forma homogénea, y zonas caracterizadas por el crecimiento económico, la cohesión social y la sostenibilidad ambiental coexisten con otras amenazadas por el estancamiento, el despoblamiento o la desertificación. Si bien, las zonas rurales suponen el 55% de la población de la UE, producen en torno al 45% del valor añadido bruto y generan el 50% del empleo.
En paralelo, las altas tasas de contagio del coronavirus en entornos urbanos aportan un argumento adicional en favor de un desarrollo territorial más equilibrado y tras la explosión del teletrabajo -como consecuencia del confinamiento- se abren nuevas oportunidades para que puestos de trabajo con un alto valor añadido se relocalicen en zonas rurales y de montaña.
Durante el pleno del Comité, se han aprobado también otros cuatro dictámenes: Estrategia de la UE sobre la biodiversidad para 2030; De la granja a la mesa: una estrategia alimentaria sostenible; La UE y África – hacer realidad una asociación para el desarrollo en condiciones de igualdad basada en la sostenibilidad y los valores comunes; y Evaluación del papel de la sociedad civil en las estructuras de participación en el acuerdo Unión Europea/Colombia/Perú/Ecuador.