Economía

'Lo primero que hay que conseguir es que la sociedad dignifique y reconozca al sector agrario'

17/10/2022

Por Marta Fernández, periodista agroalimentaria

Entrevistamos a Ignacio Mucientes decano Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria (COIACLC), que pone en valor el rol profesional del ingeniero agrónomo como parte fundamental de las explotaciones pecuarias y, por ende, de la cadena de agroalimentaria, en su más extenso significado. En paralelo, establece un decálogo de los retos que el sector afrontar para asegurar su supervivencia de forma sostenible.


GANADERÍA. ¿Cuáles son las funciones del ingeniero agrónomo respecto a la producción ganadera?

IGNACIO MUCIENTES. El sector agrario se puede considerar como una mesa con cuatro patas (subsectores): agrícola, pecuario, forestal/cinegético y por último las empresas e industrias agroalimentarias.

En lo que a la producción pecuaria se refiere, el ingeniero agrónomo es un técnico fundamental en toda explotación ya que gracias a la cosmovisión que posee (al estudiar y adquirir conocimientos de producción y sanidad vegetal; producción animal; industrias agroalimentarias; economía, sociología y política agraria; e ingeniería rural y construcciones), presenta unos conocimientos profundos sobre las ciencias, materias y elementos existentes en la misma (que dicho sea de paso, están todos ellos interrelacionados). Esto le va a permitir trabajar en la dirección correcta, sin perder tiempo y haciendo una gestión y manejo adecuados.

La proyección, el diseño y la construcción de los alojamientos e instalaciones, que van a redundar en un mayor bienestar de nuestros animales; la aplicación de la Ingeniería de Procesos y programación de autómatas; la aplicación de la técnica y de la tecnología, como consecuencia de haber aplicado previamente la I+D+i; la gestión técnico/económico/contable, pareja a la administrativa; el conocimiento y funcionamiento del mundo globalizado, de las empresas y de los mercados+cadena de valor; la obtención y el manejo de los productos que se van a utilizar en la alimentación de los animales; las correctas planificaciones de manejo en lotes; la valoración y cuantificación genética de los animales; la gestión de los mal llamados “residuos orgánicos”; las Mejoras Técnicas Disponibles; la aplicación de la ética social y profesional no sólo para con la actividad a desempeñar sino también para con las personas que trabajan en la explotación (que es un campo al que no se le concede valor y que es muy importante para evitar conflictos laborales); la biodiversidad, ecosostenibilidad y la producción ecológica, son sólo algunos de los subcampos en los que los ingenieros agrónomos estamos presentes en el subsector pecuario.

GAN. ¿Cuáles son, en su opinión, los retos y oportunidades a los que se enfrenta el sector agropecuario?

I.M. Lo primero que hay que conseguir es que la sociedad dignifique y reconozca al sector agrario, por ser la base de la organización productiva y económica de toda nación; lo segundo, reconocer el subsector pecuario como estratégico, ya que no es que forme parte sólo del mundo agrario, sino que fija población en el medio rural, incorpora jóvenes, permite crear unidades de producción y generar, por tanto, tejido productivo, amén de estar interrelacionado con los otros subsectores y ser “dador” de mano de obra; el tercero, reconocer el enorme rol que presenta el profesional pecuario como productor de alimentos necesarios para la alimentación humana y que muchos de ellos, tras un proceso fabril/industrial, van a formar subproductos que llevan incorporada la “plusvalía”.

 

El cuarto, acabar con las falsedades, como por ejemplo, el concepto de MACROGRANJA, que no existe; la demonización de la producción intensiva; o bien, el decir que la actividad pecuaria es responsable de la contaminación de los acuíferos y del cambio climático, que es falso completamente; quinto, seguir trabajando en genética para obtener animales con producciones más altas y eficientes y, a la vez, trabajar en la biodiversidad que nos ofrecen las razas autóctonas, que también se pueden mejorar genéticamente; sexto, poner precios justos para los productos obtenidos en nuestra explotación que estén por encima de los costos de producción y evitar las subidas de precios abusivas como consecuencia de gravámenes al alza entre los diferentes eslabones de la cadena de valor; séptimo, velar por el cumplimiento de la ley de la Cadena Alimentaria; octavo, potenciar aún más el cooperativismo; noveno, seguir innovando e investigando en la búsqueda de nuevos productos que constituyan la ración alimentaria de nuestros animales y establecer “topes” en la cantidad a ingerir, porque no más cantidad de los mismos significa mayor producciones; décimo, gestión, manejo y tratamiento de las deyecciones y purines; undécimo y último, implementación de nuevas técnicas de gestión, administración y de nueva tecnología por aplicar en las explotaciones.

GAN. En este contexto, ¿qué puede aportar el ingeniero agrónomo en el área ganadera?

I.M. El ingeniero agrónomo es un técnico superior con conocimientos en todos los pilares (patas) del sector agrario y con una vasta formación en campos muy diversos (antes citados). Todo ello es heterogeneidad, diversidad, pluralidad, por tanto, riqueza en técnicas, conocimientos y formación que van a permitir encarar los problemas y adversidades que se den en el día a día de nuestra explotación y de ésta para con el medio en el que interacciona. El futuro será apasionante y complejo a la vez y estará lleno de retos y adversidades por superar y conquistar. Los ingenieros agrónomos, orgullosos y defensores de nuestro sector agrario y de sus profesionales, seguiremos una vez más asesorando, apoyando y aconsejando a nuestros ganaderos para que sus explotaciones sean económica, ambiental, social y éticamente sostenibles, tanto desde el punto de vista económico como desde el medioambiental.

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