Big data: la gestión de la información, clave para la rentabilidad de las granjas

Por Isabel Caballero, peridista agroalimentaria

Poco a poco las nuevas tecnologías se van imponiendo en la gestión de las explotaciones ganaderas, un sector que se muestra más receptivo que nunca ante la digitalización de los procesos. Esta adaptación al nuevo modelo de trabajo viene marcada por la utilización de nuevas herramientas (TIC), como sensores, chips, smartphones y soluciones de hardware y software que permiten obtener información sobre los procesos y actividades de la granja para conseguir mejoras considerables en la optimización de la producción, la detección temprana de enfermedades o la monitorización en tiempo real de las actividades de las explotaciones, cuestiones que repercuten en la rentabilidad de los productores.

“La ganadería se ha convertido en una actividad difícil, con márgenes estrechos de beneficio en los cuales la toma de decisiones es clave. Además, la comprensión de lo que está ocurriendo en cada momento en la granja no se puede lograr de una forma intuitiva por el gran grado de información que pasa por delante de nosotros todos los días”,
comenta Antonio Jiménez, técnico de Ganado Vacuno de Ceva Salud Animal, empresa que en 2020 puso a disposición de ganaderos y veterinarios Gando, una herramienta que “simplifica la visión de la granja para detectar las distintas áreas de mejora y tomar las decisiones correctas encaminadas a conseguir la mayor rentabilidad en la granja, basándose en datos desde cualquier sitio y a tiempo real”, explica Jiménez.

El sector cada vez lo tiene más claro: la gestión de la información es la clave de la rentabilidad. “Las explotaciones ganaderas de vacuno de leche tienen rentabilidades muy variables y, según muchos consultores, la horquilla de beneficio por vaca puede variar desde valores aproximados de beneficio de más 300 euros anuales por vaca (o incluso bastante más), hasta pérdidas prácticamente dela misma magnitud”, calculan en Ceva.

“Esto depende de muchos elementos, pero para tomar las decisiones correctas se necesita visualizar de una manera eficiente cuáles de esos elementos son los que debemos mejorar. El margen de mejora y el retorno económico son enormes”.