30/11/2016
Por: Juan Alcázar Triviño. Veterinario. Inzar, S.L.
La presencia de micotoxinas en materias primas, forrajes y piensos tiene graves repercusiones tanto para la salud y productividad de los animales como para la calidad y seguridad de los productos de origen animal. El sector de Alimentación Animal debe trabajar de manera conjunta para identifi car las micotoxinas y materias primas que pueden suponer un peligro en función del tipo animal (especie, raza, edad, etc.), fi jar niveles máximos aceptables, así como establecer los procedimientos y frecuencia para su muestreo y análisis.
Micotoxinas, definición y clasificación
Son peligros de naturaleza química, clasificados como contaminantes ambientales, y en la actualidad se conocen unas 500 micotoxinas distintas. La gestión de estos contaminantes se basa en el principio ALARA (as low as is reasonably achievable), o tan bajo como sea razonablemente posible. Son compuestos que cuentan con gran estabilidad frente a cambios de pH y temperatura, por lo que la aplicación de tratamientos de descontaminación resulta compleja, costosa y en muchos casos ineficaz. Para que exista contaminación por micotoxinas es indispensable la previa contaminación fúngica y la producción de las mismas por parte de los hongos (cepas toxígenas).
Los principales géneros implicados son Aspergillus, Fusarium y Penicillium, aunque también puede aparecer Claviceps, Alternaria, Cladosporum, Deschlera, Manascus y Stachybotrys entre otros muchos. En la presencia de micotoxinas influyen de manera directa los factores agronómicos y climáticos, así como la aplicación de prácticas correctas de higiene durante manipulación y almacenamiento de materias primas, forrajes y piensos (Tabla 1), por ello es fundamental conocer la biología y requerimientos ambientales para la supervivencia de los hongos y producción de micotoxinas (temperatura, humedad, actividad de agua, composición de nutrientes del medio, etc.) para reducir la probabilidad de contaminación y para optimizar el diseño e implantación de medidas preventivas.
Es un error relacionar de manera directa la presencia o ausencia de hongos con la presencia o ausencia de micotoxinas, ya que podemos encontrar muestras que presenten contaminación fúngica pero donde no se hayan producido micotoxinas, y muestras sin contaminación fúngica, por haber sufrido un tratamiento que los elimine, pero donde aparezcan micotoxinas. Algunos de los factores considerados de riesgo en la presencia de micotoxinas son % granos rotos, presencia de insectos y cuerpos extraños, olores anormales, y valores de humedad por encima de lo establecido (normalmente 14-15%).